Algo tan esencial como la forja de nuestra bodega…
Reconozco que cuando Alberto me insistió en que quería que el hierro forjado de la bodega se hiciera de forma manual y siguiendo los mismos estándares de calidad que antiguamente no lo vi tan necesario. Ahora, después de conocer más en profundidad todo el proceso y sobre todo ver los resultados finales mi idea ha cambiado completamente.
Pero si queréis, podemos empezar por hablar de ¿cómo es el proceso manual de forja de hierro?
El proceso actual de forja manual no ha variado demasiado desde sus orígenes hasta el día de hoy.
Básicamente consiste en calentar el hierro en la fragua a una temperatura de alrededor de 1500ºc, hasta que el mismo se ablanda. Una vez está más blando se moldea en el yunque a golpe de martillo. Todo este proceso de golpe de martillo hace que el hierro libere impurezas y se vuelva más puro. Una vez finalizado el moldeado, se deja enfriar.
Cuando el hierro ya está listo tiene una durabilidad enorme y puede permanecer igual durante siglos. Este punto último lo hemos podido comprobar a ciencia cierta con las rejas de nuestra bodega que son del siglo XVII y están perfectas condiciones después de tantísimo tiempo.
Después de esto, os podréis preguntar, ¿Por qué es tan importante un hierro forjado a mano con respecto a uno industrial?
En primer lugar, desde mi punto de vista, porque el hierro forjado a mano consigue un acabado final artesanal fundamental en un edificio. Este mismo acabado no se consigue nunca con un hierro mecanizado.
Podíamos decir que el hierro forjado a mano dota de mucha personalidad a un edificio y este punto es muy importante, más si se trata de un edificio antiguo como éste.
En segundo lugar, porque de la forma manual lo que se hace es reutilizar hierro antiguo y este reutilizado es completo. Me explico, de forma mecanizada se coge hierro nuevo y en el moldeado se producen muchas virutas y éstas se pierden. En cambio de forma manual se coge antiguo y se reutiliza en su totalidad.
Con lo cual, va muy en línea con nuestra forma de pensar: todo lo que se pueda reutilizar conviene hacerlo y solo utilizar nuevo cuando sea necesario.
Cuando conocimos a Rubén, nos fascinó su forma de trabajar, es un artesano que está enamorado de su profesión que además realiza con mucho esmero y cuidado. Es un verdadero artista. Tiene su taller en Sanchonuño (Segovia) y os invito a que vayáis a conocerle para que podáis ver todo esto que os he comentado y además la gran cantidad de hierros antiguos que tiene guardados que son una verdadera joya.
Os dejo unas fotos y videos y si queréis podéis hacer el comentario que queráis en la casilla de abajo que está habilitada para eso, os responderé encantada.
Gracias.