Como su propio nombre indica, se refiere a un vino en el que la intervención humana ha sido mínima. Es decir, en la elaboración las manipulaciones manuales en bodega, como pueden ser los trasiegos, filtraciones etc realizadas por el enólogo y gente de bodega han sido las mínimas posibles. La fermentación se ha realizado de manera espontánea con las levaduras presentes en la piel de la uva evitando utilizar levaduras seleccionadas. Las uvas que se utilizan